Luna de sangre

En el último abrazo te perdí
ese abrazo que quise fuese eterno.
En el último beso me dijiste adiós,
y tu sabor quedó impregnado en mis labios.


Con la última luna te despedí
sabiendo no verte en la siguiente.
Con la luna de sangre te pensé,
y de mi cabeza no puedo sacarte.

 Sentado en la arena vi el sol arder,
la brisa salada quemaba mi cara.
Y sin darme cuenta, calcinó mi alma.

Le pido al océano que te lleve de mí
pero las olas devuelven tu recuerdo
que me abrasa.

Las estrellas más brillan cuando
pienso en tí, pero tu recuerdo lejano
atormenta mi alma.
Mi cabeza repite "no va a volver"
y mi corazón le presenta batalla.

 Me cuesta una vida vaciarme de tí,
de aquellas miradas que me daban alas.
Daría mi vida por volverte a ver,
de todas maneras ya no vale nada.


Te pienso y me duele, te busco
y no estás. Ya no hay más mensajes.
Si tú me olvidaste lo quiero saber,
será mas liviano reanudar mi viaje.

Si yo ya no existo, haz desaparecer,
toda la nostalgia que da imaginarte.
Regresa a mi vida, oh, la soledad.
Ya puede la Parca venir a buscarme.

Pues si contigo ya no puedo estar,
es mejor, mi cielo, la muerte me atrape.
Que antes tu piel vuelva a acariciar,
sentir tu calor en mi cuerpo insaciable.

Será mi destino un profundo penar
hasta que consiga poder arrancarte,
porque has arraigado tan fuerte en mi ser,
que te has llevado un pedazo de mi carne.

Cuando yo te piense, hazlo tú también
que sepas que no enviaré ese mensaje,
me puede el orgullo, ¿Qué le voy  a hacer?
aunque hoy soñaré con que tú me hables.

En aquel abrazo no pude llorar, al
pensar que otra piel roza ahora tus labios.
Maldigo al destino que me llevó a tí,
imploro a los dioses poder superarte.